Dado que se acerca el final de mi mandato como presidente de la Asociación Internacional de Jefes de Policía (IACP), me permito hacer una reflexión sobre este año, con orgullo y agradecimiento. Cuando juré como presidente en octubre del año pasado, identifiqué varias áreas de interés que estaban en consonancia con la visión de la IACP de dar forma al futuro de la profesión policial.