En 2019, se produjo el primer brote de COVID-19 y, en cuestión de meses, el virus se ha propagado por todo el mundo, ha infectado a cientos de miles de personas y cobrado miles de vidas. Dado que muchas regiones del mundo hacen cumplir los mandatos de refugio en el lugar para que sus comunidades reduzcan la propagación de la COVID-19, los oficiales del orden público representan una de las pocas profesiones que no pueden quedarse en casa. En cambio, están a la vanguardia y deben hacer cumplir el estado de derecho en estos tiempos inciertos.
Durante esta época, la seguridad y el bienestar de los oficiales del orden público deberían ser la máxima prioridad. Se adjunta a este número de Police Chief una colección de recursos con consideraciones y recomendaciones para ayudar a los líderes y profesionales del orden público de todo el mundo a abordar la COVID-19 en sus comunidades y entre sus propios hombres y mujeres.